Elegir Ventanas. Qué me conviene más: Madera, PVC o Aluminio

Al momento de elegir las ventanas que vamos a colocar en nuestra casa u oficina, un primer paso que solemos dar es seleccionarlas en base al estilo de las mismas para que estén en armonía con el ambiente. Pero, al margen de esa selección, hay características que no debemos pasar por alto ya que asegurarán un óptimo aislamiento y, por ende, un ahorro en la energía que demandará aclimatar el espacio.

Las ventanas son puntos de contacto con el exterior de un ambiente. Aseguran la entrada de luz y aire al lugar. El clima en el que vivimos incidirá en la eficacia de una ventana por sobre otra en cuanto al material con que está hecha.

En el mercado existe una gran variedad de modelos de ventanas. Madera, aluminio y PVC son tres de los materiales más utilizados. En cada caso, la elección que hagamos estará determinada por las condiciones climáticas del lugar donde las vamos a utilizar y por nuestras posibilidades económicas.

Las ventanas de madera cuentan con la ventaja de ser accesibles y de fácil colocación, además de aportar calidez a cualquier ambiente. Por su porosidad son excelentes aislantes acústicas y térmicas y su mantenimiento no reviste grandes inconvenientes.

En cuanto a sus virtudes para el ahorro energético, la madera no es lo más aconsejable para climas cálidos porque es un material que suele conservar grandes cantidades de calor. Por ese mismo motivo es ideal para las construcciones que soportan climas fríos. Para lugares áridos y sometidos a la acción de la sal marina es necesario lijar y barnizar con frecuencia.

Las ventanas de aluminio son la opción más cara, pero la inversión se compensa por los beneficios que aportan en muchos aspectos: son livianas, fáciles de mantener y con muchas posibilidades estéticas.

La mayor desventaja que tiene el aluminio es su bajo desempeño en las aislaciones térmica y acústica. No obstante existen modelos que mejoran el primer aspecto con acondicionamientos de madera que impiden la filtración de temperatura y humedad exterior, pero el precio de las mismas se encarece bastante.

Las ventanas y cerramientos de aluminio son las ideales para usar en lugares con altas temperaturas.

La mejor aislación acústica y térmica la dan las ventanas de PVC. Se trata de una opción con precios razonables respecto a los otros materiales. Estas ventanas, conocidas popularmente como “plásticas”, no necesitan mantenimiento y tienen una larga vida útil.

La principal ventaja es el ahorro energético que proveen por su efectividad en el aislamiento, estimado en cerca del 50 por ciento comparado con el del aluminio y un 15 con la madera.

El costado flaco de estas ventanas están en la alta contaminación del medioambiente que significa la fabricación del Policloruro de vinilo (PVC), que se por un 57% de sal y un 43% de petróleo bruto.